Quizás el pueblo cubano no sea tan culto como muchos afirman en sus intervenciones y discursos. Bastante se ha perdido en los últimos años a pesar de la existencia de las nuevas tecnologías y la Internet. Sobre todo, las nuevas generaciones no leen todo lo que debieran, no se acercan lo suficiente -y voy a utilizar una frase que me dijera Miguel Barnet en una entrevista- a los grandes árboles que le prodigan sombra.

También escucho con frecuencia que el pueblo es el verdadero dueño de todo y si esto fuera verdad es necesario que se respete un poco más al soberano y que el inveterado triunfalismo no implique pifias tan evidentes, sobre todo en los medios masivos de difusión.

El pasado 31 de octubre Cubadebate publicó el siguiente resumen: “Hacia años, cada tres o cuatro meses, María y demás vecinos del solar ubicado en la calle Reina número 308, tenían que lidiar durante días con aguas y desechos albañales dentro de sus casas. Hoy, gracias a la gestión del gobierno local, ello dejó de ser una preocupación para las ocho familias de la ciudadela. A Los Sitios y Dragones, de Centro Habana, también se les pone corazón”. Y no es que uno peque de negativista, pero estas mismas acciones que se hicieron ahora, ¿no pudieron hacerse antes? Evitando de esta manera tantos años de sufrimiento. Y si el presidente cubano no hubiese llamado a ese accionar más cercano hacia los barrios vulnerables, ¿hasta cuando hubieran seguido estas personas con la afectación? Independientemente de la solución del problema que, a final de cuentas, es lo fundamental, ¿cómo aplaudir una acción que en pocos días resuelve un problema que llevaba años recibiendo dios sabe cuantos peloteos y justificaciones?

Otra noticia de esas que no debieran publicarse escuchamos hace poco en el NTV, el locutor deportivo Pavel Otero se hizo eco de unas declaraciones de Ariel Saiz, vicepresidente del INDER donde este brindaba su opinión acerca del retroceso en calidad que está sufriendo el voleibol cubano, sobre todo en la base. Manifestó el directivo que (cito): en tiempos de computadoras e Internet los entrenadores cubanos de ese deporte se han quedado con el lápiz y la tablilla. Realmente no entiendo qué trataron de explicar con esta (des)información, tanto el comentarista como el dirigente e incluso el director de la emisión que es el responsable de todo lo que se dice en el espacio porque cualquiera que haya seguido la prensa deportiva sabe que este Sainz fue hasta hace poco y durante bastante tiempo el Presidente de la Federación Cubana de Voleibol por lo que si los entrenadores en la base se encuentran en ese nivel de desastre uno de los primeros responsables es él mismo.

Estos dos casos los hemos mencionado como ejemplos, pero no son los únicos, casi cotidianamente aparecen informaciones o comentarios que no están a tono con el tipo prensa que debiéramos tener. Para finalizar volvamos a Cubadebate que, como todo espacio digital que admite comentarios de sus lectores marca pautas en cuanto a las prohibiciones elementales que todo el mundo conoce, sin embargo, hace poco en un trabajo donde se hicieron eco de algo que publicó Donald Trump, permitieron que las personas se desmandaran en contra del expresidente norteamericano con ofensas de todo tipo e incluso palabras soeces hasta la mitad y luego unos punticos. Lo cierto es que ese señor se merece eso y mucho más, pero lo que no queremos para uno tampoco debemos hacerlo a los demás por una cuestión puramente ética. Palabra esta última que forma parte de las reglas elementales del periodismo, como nos enseñó Martí.