Horas amargas

Ya lo expresé hace algún tiempo en aquel trabajo que titulamos Apagón. No creo en las versiones oficiales relacionadas con lo que está ocurriendo en el sistema eléctrico nacional, y es que aquí se acostumbra a publicar lo conveniente, que no siempre coincide con la realidad. También porque alguien dijo que “en política no hay casualidades” y en este país todo es político. Los enemigos de Cuba (los de dentro y los de afuera), los que se alimentan del odio hacia los que nacieron en su misma tierra han encontrado una especie de fast track para intentar acelerar una caída que nunca ocurrirá pero que ellos creen posible.

Salutación fraterna al nasobuco

La epidemia de la covid-19 nos ha regalado una nueva prenda de vestir. Sencilla y fácil de usar, aunque marcada por una suerte de travestismo en ciernes, si porque algunos le llaman Nasobuco y otros Mascarilla. Hay quien asevera incluso que llegó para quedarse definitivamente en nuestras vidas y, hoy por hoy, es él (o ella) y no el perro, el mejor amigo del hombre, y de la mujer también, sobre todo,  si guardamos la denominada sana distancia con quienes nos rodean.

Verde que te quiero verde

El tema de la producción de alimentos en el país es difícil y polémico, pero según datos de la FAO, la hambruna es casi mundial.  A aquellos críticos que andan por ahí, quiero decirles que los problemas con el campo no son solo de Cuba, pertenecen a la historia de la humanidad y quien no lo crea solo tiene que buscar una Biblia y revisar el Génesis 3,17; Dios al hombre dijo: (Cito)“Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: “No comerás de él”; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida”. Fin de la cita. ¿Qué significa esto en buen cubano?

Los apagones

Los apagones, (con sus causas y consecuencias), se han insertado de manera natural en nuestra cotidianidad. Forman parte, casi de la familia. Un apagón es quizás uno de los elementos más democráticos que existen en Cuba. Cuando suprimen el servicio no hay corriente para nadie, seas quien seas. Pero como todo en la vida tiene su parte mala y elementos positivos, por ejemplo, te impide ver la televisión, pero a la vez pone fuera de circulación los decibeles insoportables del bafle del vecino. A no ser que este se saque de la manga uno de esos equipos escandalosos que han aparecido ahora, las llamadas bocinas, o como por arte de magia aparezca una motocicleta eléctrica con un audio que parece un área de carnaval.

Las penosas realidades

Hace poco publicábamos en nuestro blog el pan despierto y también en un par de perfiles de facebook, unas reflexiones acerca de una serie de problemas que lastran la sociedad cubana en general y la ciudad de Santiago de Cuba en particular. Un amigo  resumió muy bien esa situación en apenas dos palabras: penosas realidades. Hemos visto en los últimos años un empeño muy firme en una buena cantidad de cubanos, sobre todo residentes en el exterior, de demostrar que Cuba es algo así como la última carta de la baraja. Por cierto, se de ciertos personajes que ahora son muy críticos del Gobierno al cual mas bien deberían agradecer porque les permitió, quizás sin proponérselo, que robaran a manos llenas en sus puestos de trabajo y se construyeran mansiones y hasta pudieran ahorrar el dinero para irse del país. Algunos eran hasta militantes del Partido, o para decirlo más correctamente, llevaban en su bolsillo un carné que no se lo que habrán hecho con él, porque ese tipo de traslado no se da de ninguna manera.

Las noventa y tres

Por favor no confundir el título de estas palabras que escribo con ese gran libro escrito por Víctor Hugo, nada más lejos. Resulta una simple coincidencia. Es que quienes amamos de verdad esta patria (que es un concepto mucho más abarcador e inclusivo) nos cuestas trabajo entender algunas de las cosas que suceden a diario en esta Isla asediada por más de seis décadas por la mayor y más poderosa potencia imperialista del planeta.